JUAN PEÑA 'EL LEBRIJANO' CANTAOR
«La música pertenece a todos»
M. PÉREZ/
De Juan Peña (Lebrija, 1941), el escritor colombiano Gabriel García Márquez pronunció la metáfora perfecta del flamenco: «Cuando El Lebrijano canta se moja el agua». Cierto. Sobrino de El Perrate, hijo de La Perrata y ahijado de La Niña de los Peines, la mejor cantaora de todos los tiempos, El Lebrijano forma con Camarón y Enrique Morente el cuadro de honor del género. Los grandes cantaores le alaban y eso, en este mundo, supone el cielo. -Lebrijano, ¿qué es el flamenco?-Madre mía. Sé lo que es la música y que hay que tener esa base. Voz, corazón y talento. El flamenco tiene una historia detrás. En Andalucía se reunieron moriscos, judíos y gitanos y crearon una multicultura. Luego salieron dos universidades: la de Manuel Torres y la de Chacón. Los gitanos cantan de una manera y los demás de otra.-Suele afirmarse que los gitanos tienen una impronta.-Nadie quiere poner el dedo en la llaga de ese tema. Hay cinco o diez personas, tipo racistas, que dicen que los gitanos no aportamos nada. No es cierto. -La falta de presupuestos es un hándicap recurrente.-Los artistas hacemos arte; estamos peleados con la injusticia y con la economía.-¿Lo arreglará el Estatuto andaluz?-Se ha creado una dirección general de flamenco, de la cual soy miembro honorífico, o consejero, o lo que sea, y yo he dicho: si se hace una cosa formal, que sea para ayudar al flamenco de verdad. Porque hasta ahora ha habido varios intentos y muchos fallidos. Creo que Bibiana, la directora, tiene voluntad de hacer algo muy bueno. -¿Qué es el duende?-Yo he oído decir que el duende no existe. ¿Cómo no va a existir la inspiración? Yo lo he sentido cuando al escuchar un cante se me ponen los vellos de punta. Oiga a Torres, a Mairena o a La Niña de los Peines y lo comprobará. Los más jóvenes aprenden por los discos, pero es diferente a escuchar en el mostrador.-El mostrador es el mostrador.-Claro. Cuando era pequeño, un día le pregunte a Alejandro Vega, un bailarín muy antiguo: «¿Cómo usted sabe tanto?» «El mostrador, hijo, el mostrador», respondió. Era algo tan serio que no se admitía una equivocación. Un error al cantar o bailar suponía que te echaran del cuarto. Por otra parte, quienes cantamos flamenco nos hemos ganado el puesto con muchas dificultades porque nunca hemos buscado el número uno, ya que tampoco entramos nunca en las listas de éxitos. -¿Es el flamenco minoritario?-No. Se le respeta mucho. Antes íbamos a una peña y quedaban huecos. Hace diez días actúe en un teatro de Badalona y había lleno completo. -¿Y andaluz?-Se ha hecho en Andalucía, pero es mundial. Su reconocimiento es como el de la música clásica.-¿Hay que impartirlo en la escuela?-Mejor en la Universidad. Ya son chicos grandes y hay que estudiarlo y entenderlo, y decirles que la música es de todos los españoles y, por tanto, es parte de ellos.
martes, 14 de noviembre de 2006
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