Gitana y mujer, ¿doble lucha?
-Hace veinte años comencé con esta lucha y la situación de las mujeres ha cambiado muchísimo. Estábamos muy discriminadas, doblemente, por mujeres y por gitanas. En los inicios me encontré muchas trabas por parte de los hombres, no querían, y eso de ser progresista... ¿Madre mía! Muchas veces quise tirar la toalla, pero aguanté y aquí estoy.
-¿Sigue habiendo rechazo?
-Sí, a la hora de buscar trabajo o piso hay mucho rechazo aún. Gracias a Dios poco a poco va mejorando. Yo digo que antes de que nos juzguen, que nos conozcan. Que digan «fulanita es mala», pero no «los gitanos son malos».
-Háblenos de las nuevas generaciones.
-Los chicos entienden que las mujeres tienen derechos. Estamos contentos con nuestros jóvenes. En unas décadas estaremos igualados gracias a la educación.
-La educación, ¿lo más importante?
-Sí. Sin educación nuestro pueblo no puede caminar. Tenemos gitanos que van a la escuela a ver quién falta, todos luchamos por la educación.
-¿Cómo es el actual modelo familiar?
-En las familias el cambio es lento pero positivo. Aquí tenemos niñas en el instituto, los chicos también estudian, antes era difícil porque a los 16 ya estaban trabajando y se casaban. Ahora nos hemos moderado para no casarnos tan pronto y no tener tanto hijo. Yo impulsé un plan que me costó muchos disgustos...
-...la planificación familiar.
-Sí, hay un centro en La Cagiga al que íbamos todas a escondidas. Nos preguntaban «¿Cómo venís tanta gitana sola?» Porque no queremos tener tanto hijo, esa es la liberación de la mujer. La educación de los niños, la casa... todo recae en la mujer. Les decía a las chicas que no dijeran nada a sus maridos. Y ahora tienen uno o dos hijos lo más.
-Hable de la Escuela de Calidad de Vida.
-Fue una mirada al mundo para las mujeres, y la hemos repetido. Y tenemos una chica en la universidad, va terminar Psicología, estamos muy orgullosas de ella. Es maravillosa, se llama Carolina, cada vez que la veo pienso ¿no podría ser yo? Y mis sobrinas, Yara y Casandra, de 13 y 14 años, van al instituto como cualquier chica. Y seguirán estudiando, que menudo es mi hermano.
-Frentes abiertos de la asociación.
-Trabajo para la mujer. Hay mucho que hacer todavía. Vienen a la asociación y nos cuentan que el INEM les manda a un sitio, llegan, la ven gitana y fuera. Eso me pone triste. La solución que les queda es ir al mercado. Yo quiero que la mujer trabaje, que traigan un sueldo ellas mismas a casa. Desde aquí pido que quien pueda contratar una gitana que la coja, la tenga en cuenta unos días y verán que es como las demás. Y tenemos un gran problema con la vivienda. Vas a Cazoña y en cada piso viven hasta cuatro matrimonios, porque sin piso no se van los hijos.
-¿De qué valores de su pueblo está más orgullosa?
-Lo más bonito es que ningún anciano va a la residencia; muere en casa, manda como siempre, se le tiene en cuenta. El 'rey de los gitanos' de aquí era mi hermano, murió hace 8 meses, regía a todos y era muy liberal para la mujer.
-Fue la primera gitana que se sacó el carné de conducir.
-Sí, y no tenía la edad. Tenía 16 años y estaba casada. Tenía que sacarme el carné porque era mi modo de vida. Así que me bauticé y me puse 21 años, en vez de 16. Y gracias al carné he podido trabajar, criar a cuatro hijos que tengo y estoy muy orgullosa de su educación.
-¿Qué sintió cuando fue una de las ocho homenajeadas el Día de la Mujer?
-Cuando oí mi nombre pensé que no me lo merezco. ¿De verdad que si se levantaran nuestros antepasados y me vieran en el homenaje se morían otra vez! Una gitana homenajeada por el Gobierno de Cantabria, pues ya te diré.
-Si volviera a nacer...
-Me encantaría estudiar. Sería abogada.
-¿Qué hace los fines de semana?
-Los domingos vienen a comer mis cinco hijos, nueras, nietos, sobrinos... Hacemos comilonas, hablamos, compartimos... Nuestros antepasados nos dejaron una bonita herencia: 'Llora con el que llora y ríe con el que ríe', y eso hacemos.
-La familia es lo más importante.
-La unión de la familia y el respeto a nuestros mayores y a los niños, a los que no se pueden defender, sean o no sean gitanos.
-Su viaje soñado.
-He recorrido toda España, me gusta ir a Andalucía a los orígenes de nuestra cultura. Y me encantaría ir a Tierra Santa, sería el viaje de mi vida, para ver dónde vivió Jesús, porque soy 'del culto'. Somos cristianos evangélicos.
-Su mejor momento del día.
-Por la noche, es el momento en el que estoy tranquila y aprovecho para bañarme, cortarme el pelo, teñirme... Ponerme guapa.
-¿Y qué opina de la tele?
-Que me encanta. Sin televisión no podría vivir. Aprendo mucho, me gusta ver a la juventud en los programas.
