domingo, 7 de enero de 2007
Se incendia campamento de gitanos en Italia
Roma, Italia. Una pareja de adolescentes murió hoy en un incendio en la choza en la que vivían en un campo de gitanos en la localidad italiana de Orta di Atella, en la centro-meridional provincia de Caserta, informaron las autoridades locales.Explicaron que los fallecidos eran de nacionalidad rumana y de etnia "rom" (gitana). Las víctimas fueron identificadas como Cristina Mihalache, de 15 años de edad, y Nicolae Ihnunt, de 16 años, que vivían en el campo de Ortara di Atella desde hace pocas semanas. Según las fuentes, el incendio ocurrió en la mañana por causas desconocidas y afectó a varias chozas del campo, aunque varias estaban deshabitadas. Al lugar de los hechos arribaron los bomberos y los agentes del cuerpo de carabineros, que desalojaron las otras viviendas. Se trató del segundo incendio de su tipo en menos de un mes en un campo gitano, luego de que en diciembre otra pareja de jóvenes perdiera la vida en un accidente similar en las cercanías de Roma.
Discriminación tolerada en la Unión Europea
En países como Bulgaria y Rumania, flamantes miembros del bloque comunitario, se discrimina a la comunidad romaní. Ésta se compone de diez millones de personas a las cuales algunos se refieren con desprecio.
Junto con Bulgaria y Rumania, el pasado 1 de enero ingresó a la Unión Europea un pueblo que carece de nacionalidad formal: los romaníes, comunidad cuya población se ubica entre 500.000 y doce millones de personas según diversos cálculos. Esto quiere decir que, en términos numéricos, se trata de una ciudadanía más grande que la de algunos países como Dinamarca, Irlanda o Lituania.
Discriminación endémica
A lo largo de la historia, los romaníes han sufrido discriminación principalmente por el carácter errante de algunos de sus clanes. Aunque en mucho menor medida, fueron perseguidos junto con los judíos por el régimen nazi. Aún hoy, en Europa todavía se les llama con diversas expresiones -como "Zigeuner", en alemán-, que tienen connotación despectiva.
Esta segregación, de acuerdo con el Doctor en Historia Wolfgang Wippermann, de la Universidad Libre de Berlín, constituye "una bomba de tiempo política y social" tanto para la Unión Europea como para sus miembros más recientes: Bulgaria y Rumania.
Entrevistado por la emisora pública alemana Deutschlandfunk, Wippermann estima que "existen cálculos según los cuales hay ocho millones de romaníes, mientras que otros hablan de doce millones. Creo que una cifra intermedia, como diez millones, constituye una estimación realista". Estas personas, agrega, "son discriminadas y perseguidas por doquier, pese a que la Unión Europea se ha comprometido no sólo a reconocer a las minorías, sino también a protegerlas".
Triunfan los prejuicios
En Alemania, este fenómeno es por demás preocupante. Según algunas encuestas, entre 64 y 68 por ciento de los alemanes dicen "odiar" a quienes ellos conocen como "gitanos". "Esto quiere decir que el odio hacia estos pueblos es tres veces más fuerte que el antisemitismo entre los alemanes", señala el historiador.
Bildunterschrift: Ante esta situación, algunos miembros de la Unión Europea como Hungría, Eslovaquia, Rumania y la República Checa han implementado lo que llaman la "Década Romaní", lapso durante el cual se han comprometido a eliminar toda forma de discriminación racial, económica y social hacia estos pueblos.
"Hasta el momento, se trata sólo de un documento. Pero también hay otros similares, que obligan a los Estados de la Unión Europea al cuidado de las minorías como condición para ingresar al bloque. En Bulgaria y Rumania, que desde el 1 de enero de 2007 forman parte de la unión, no se respetan esas cláusulas y ni siquiera se han establecido formas para controlar la discriminación a los romaníes", dice Wippermann.
Bildunterschrift: .Tareas para Europa
¿Qué falta para garantizar la no discriminación hacia pueblos como los romaníes dentro de la Unión Europea? "En primer lugar, mecanismos para evitar su persecución y el despojo de sus derechos. Además, es necesario protegerlos contra el empobrecimiento y, no por último, contra la pérdida de su lengua y su cultura", responde el especialista.
El idioma romaní, continúa, debe ser reconocido dentro de las lenguas oficiales de la Unión Europea. "Se trata de una lengua europea, que es hablada por más personas que, por ejemplo, el danés. Pero los idiomas oficiales parecen ser aquellos que cuentan con un estado. Los romaníes no tienen un territorio propio, son una minoría, pero tienen su propio idioma, que es hablado, comprendido, y traducido en diferentes conferencias. Por ello, su exigencia de que también sea utilizado en Estrasburgo, Bruselas u otras sedes de la unión, es completamente legítima", concluye el académico alemán.
Junto con Bulgaria y Rumania, el pasado 1 de enero ingresó a la Unión Europea un pueblo que carece de nacionalidad formal: los romaníes, comunidad cuya población se ubica entre 500.000 y doce millones de personas según diversos cálculos. Esto quiere decir que, en términos numéricos, se trata de una ciudadanía más grande que la de algunos países como Dinamarca, Irlanda o Lituania.
Discriminación endémica
A lo largo de la historia, los romaníes han sufrido discriminación principalmente por el carácter errante de algunos de sus clanes. Aunque en mucho menor medida, fueron perseguidos junto con los judíos por el régimen nazi. Aún hoy, en Europa todavía se les llama con diversas expresiones -como "Zigeuner", en alemán-, que tienen connotación despectiva.
Esta segregación, de acuerdo con el Doctor en Historia Wolfgang Wippermann, de la Universidad Libre de Berlín, constituye "una bomba de tiempo política y social" tanto para la Unión Europea como para sus miembros más recientes: Bulgaria y Rumania.
Entrevistado por la emisora pública alemana Deutschlandfunk, Wippermann estima que "existen cálculos según los cuales hay ocho millones de romaníes, mientras que otros hablan de doce millones. Creo que una cifra intermedia, como diez millones, constituye una estimación realista". Estas personas, agrega, "son discriminadas y perseguidas por doquier, pese a que la Unión Europea se ha comprometido no sólo a reconocer a las minorías, sino también a protegerlas".
Triunfan los prejuicios
En Alemania, este fenómeno es por demás preocupante. Según algunas encuestas, entre 64 y 68 por ciento de los alemanes dicen "odiar" a quienes ellos conocen como "gitanos". "Esto quiere decir que el odio hacia estos pueblos es tres veces más fuerte que el antisemitismo entre los alemanes", señala el historiador.
Bildunterschrift: Ante esta situación, algunos miembros de la Unión Europea como Hungría, Eslovaquia, Rumania y la República Checa han implementado lo que llaman la "Década Romaní", lapso durante el cual se han comprometido a eliminar toda forma de discriminación racial, económica y social hacia estos pueblos.
"Hasta el momento, se trata sólo de un documento. Pero también hay otros similares, que obligan a los Estados de la Unión Europea al cuidado de las minorías como condición para ingresar al bloque. En Bulgaria y Rumania, que desde el 1 de enero de 2007 forman parte de la unión, no se respetan esas cláusulas y ni siquiera se han establecido formas para controlar la discriminación a los romaníes", dice Wippermann.
Bildunterschrift: .Tareas para Europa
¿Qué falta para garantizar la no discriminación hacia pueblos como los romaníes dentro de la Unión Europea? "En primer lugar, mecanismos para evitar su persecución y el despojo de sus derechos. Además, es necesario protegerlos contra el empobrecimiento y, no por último, contra la pérdida de su lengua y su cultura", responde el especialista.
El idioma romaní, continúa, debe ser reconocido dentro de las lenguas oficiales de la Unión Europea. "Se trata de una lengua europea, que es hablada por más personas que, por ejemplo, el danés. Pero los idiomas oficiales parecen ser aquellos que cuentan con un estado. Los romaníes no tienen un territorio propio, son una minoría, pero tienen su propio idioma, que es hablado, comprendido, y traducido en diferentes conferencias. Por ello, su exigencia de que también sea utilizado en Estrasburgo, Bruselas u otras sedes de la unión, es completamente legítima", concluye el académico alemán.
VECINOS DEL BARRIO LAS DOLORES RECLAMAN QUE GITANOS CUMPLAN NORMAS DE CONVIVENCIA
Durante el fin de semana se reunieron en la capilla Jesús de Nazareno los vecinos del barrio La Dolores afectados por el conflicto con la comunidad gitana, derivada por el crimen de uno de ellos a manos de un comerciante de la avenida Quaranta. En la reunión estuvieron presentes además, el jefe de la Unidad Regional XI, de la comisaría octava, de la policía comunitaria, entre otras autoridades.
Los vecinos elaboraron un documento que será elevado con copias a la Municipalidad de Posadas, al jefe de la Policía provincial y a las dependencias policiales de la jurisdicción, además al Ministerio de Gobierno, al Juez y la Fiscalía en turno.
En el mismo reclaman que se arbitren los medios para que "la comunidad gitana asentada en la zona cumpla con las normas mínimas de convivencia reglamentadas a través de las normas vigentes en el municipio", debido a que la comunidad gitana infringe en forma recurrente y reiterada las normas de tránsito, de seguridad, de seguridad, el ordenamiento de manos y ruidos molestos".
Según el borrador del documento hecho público consideran en ese sentido que la Comuna "debe ser garante a través de acciones de contralor del cumplimiento de normas establecidas por ordenanza y a fin de asegurar una mayor calidad de vida a los vecinos".
Y aseguran que "hoy la convivenia es insostenible a raíz de diversas acciones cotidianas como constante atropellos y amenazas de muerte hacia los vecios, nulo respeto de normas de tránsito, con menores de edad al volante, con vehículos de la comunidad gitana que circulan a contramano, pasan semáforos en rojo, realizan picadas durante el día y además el barrio está constantemente expuesto a maniobras de amenazas por vehículos conducidos por miembros de la comunidad gitana, atropellos y robos a comerciantes de la zona".
Los vecinos elaboraron un documento que será elevado con copias a la Municipalidad de Posadas, al jefe de la Policía provincial y a las dependencias policiales de la jurisdicción, además al Ministerio de Gobierno, al Juez y la Fiscalía en turno.
En el mismo reclaman que se arbitren los medios para que "la comunidad gitana asentada en la zona cumpla con las normas mínimas de convivencia reglamentadas a través de las normas vigentes en el municipio", debido a que la comunidad gitana infringe en forma recurrente y reiterada las normas de tránsito, de seguridad, de seguridad, el ordenamiento de manos y ruidos molestos".
Según el borrador del documento hecho público consideran en ese sentido que la Comuna "debe ser garante a través de acciones de contralor del cumplimiento de normas establecidas por ordenanza y a fin de asegurar una mayor calidad de vida a los vecinos".
Y aseguran que "hoy la convivenia es insostenible a raíz de diversas acciones cotidianas como constante atropellos y amenazas de muerte hacia los vecios, nulo respeto de normas de tránsito, con menores de edad al volante, con vehículos de la comunidad gitana que circulan a contramano, pasan semáforos en rojo, realizan picadas durante el día y además el barrio está constantemente expuesto a maniobras de amenazas por vehículos conducidos por miembros de la comunidad gitana, atropellos y robos a comerciantes de la zona".
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